viernes, 14 de febrero de 2020

ALMENDRAS TOSTADAS




Las almendras se pueden preparar en el día a partir de molla de almendra cruda (en paquetes de 200 gr), o partirla nosotros para recordar a nuestras abuelas (maderita y martillo).

Mi secreto (con éxito) es tratarlas como las palomitas: en aceite de girasol y sal exclusivamente. Como las envolvemos en sal, después de escurridas, cogen poco aceite, la sal justa y saben como tostadas en el horno.


Se un par de milímetros de aceite en la sartén, para que semi cubran a las almendras y se pone el fuego medio. Cada poco se va moviendo con la rasera y cuchara para ir dándoles la vuelta.

Atentos que en unos 5 min están. Vigilad el color y sacad aquellas que se oscurezcan mucho. Van a un papel de cocina en un plato a escurrir.



Se salan por encima cubriéndolas y se mueven, separando luego a dos platos para que se enfríen pronto sin taparse para que queden crujientes.



Podemos hacer otra tanda para aprovechar el aceite antes de tirarlo al bote de reciclado. Nos queda para unos cuantos aperitivos.



Los frutos secos son el aperitivo ideal con cerveza, sin pasarse.

Al final de la comida para los aquejados de colesterol, en lugar de queso con el vino, ya lo hacían nuestras abuelas octogenarias: unos pocos cacahuetes, unas nueces o almendras... y si se tercia un trozo de turrón de jijona que es el mejor dulce/postre que conozco para terminar un buen vino, probadlo y me contáis!!

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