domingo, 28 de diciembre de 2014

CROQUETAS DE MORCILLA


Una forma más suave de comerse estas tradicionales albricias patrias, más fáciles de digerir. Las hay de todos los sabores (siempre negras), de arroz (norte) o de cebolla (sur-levante).


Vamos a usar medio kilo de morcillas (las de la Aparecida, en Cartagena), un fondo de sartén (32-34 cm) de aceite, medio tazón de harina (150 gr), un litro de leche y un poquito de nuez moscada. Tres huevos y un cuarto de pan rallado para la cobertura.


Le quitamos la piel a las morcillas con una tijera y las troceamos encima del aceite. Removemos un poco a fuego moderado a flojo, añadiendo la harina y ligando el conjunto. Hacemos una pasta con la harina cuya consistencia nos indica la suficiencia de harina (con más harina más dura la masa y a la inversa).


La leche que estaba calentando la echamos sobre la harina. Con el fuego bajo no se nos pega, sin parar de remover el fondo y deshaciendo los grumos. Para ello es útil usar un tenedor contra la cuchara.


A los 20 minutos "la cosa está burbujeante", la besamel está hecha. Apartamos y al enfriar un par de horas metemos en el frigo hasta el momento de montar las bolitas.


Cuidaremos que la superficie, que habremos cubierto, quede seca de la condensación del agua de la tapa, quitándola con cuidado y secando la superficie con papel de cocina.



Para montar, vamos cogiendo con una cuchara una cantidad dependiendo de lo grandes que queramos (salen desde 25 croquetones Emilio hasta 45 croquetitas Merche) y moldeamos un poco, llevándolas al huevo.


Pasamos por huevo y luego por pan rallado, le damos forma final. Las guardamos en una tartera en nevera para pronto uso o en congelador para un uso futuro.

Para freírlas si están en congelador conviene sacarlas un par de horas antes. Se frien con bastante aceite en grupos de 6-8, recibiéndolas con aceite caliente y volteando para endurecer un poco la costra de pan. Luego se baja el fuego para calentar el corazón. Un par de minutos están hechas....


Cuidado en no quemarse, y acompañar con una sidra o un vino blanco español (Penedes, Rueda, Albariño, Rioja...) y afrutado, de aperitivo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario